Cuando tienes alergia a algún producto alimenticio de uso normal (como es mi caso con el gluten), ir a un restaurante puede convertirse en una pesadilla. Te puedes encontrar con conversaciones tan surealistas como un cocinero explicando "Estas alubias sólo tienen la harina de la propia alubia". Así que al final acabas visitando siempre los mismos restaurantes, porque a veces aventurarte en uno nuevo puede estropearte la más deliciosa de las celebraciones.
Debo admitir que cuando ayer ibamos mi mujer y yo caminando hacia el restaurante "El Serbal" en Santander, me acompañaba un cierto grado de incertidumbre... ¿Tendré que contarle mi vida al camarero? ... ¿Tendré que hablar con el jefe de cocina para asegurarme de lo que estoy comiendo? ... ¿Me tendré que comer el solomillo al queso sin queso y el pescado en salsa sin salsa?
Sin embargo debo admitir que ayer fue la mejor comida en un restaurante que recuerdo desde que me diagnosticaron la celiaquía.
¡¡¡Todo lo que escogí libremente de la carta lo pude tomar!!!
¡¡Todo el personal entendía la situación sin tener que estar explicando cada 10 minutos porqué no podía comer eso!!
¡¡¡Hasta pude catar aceite con el pan sin gluten que me prepararon!!!
Desde aquí... ¡¡Mil gracias!! ¡Habeis contribuido ha hacer un día perfecto de celebración con mi mujer!
sábado, 23 de agosto de 2008
¿Celiaco? ¡En El Serbal ningún problema!
Etiquetas Opinión, Sin gluten
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